domingo, 14 de julio de 2013

Mi reflexión sobre el aprendizaje colaborativo



Las reflexiones que acá indicaré, sobre el aprendizaje colaborativo, están basadas en mis experiencias vividas en ese entorno. El noventa y cinco por ciento de mis estudios lo he realizado bajo la modalidad presencial. En su desarrollo, como es fácil pensar, he realizado actividades grupales con diferentes niveles de interacción. Las experiencias no han sido del todo satisfactorias debido a la actitud de algunos compañeros de grupo que se dedican a aprovechar el esfuerzo del resto, sin aportar ninguna valía que permita alcanzar el objetivo. Es por esto que, en lo posible, prefiero grupos pequeños o, por decirlo de una manera más descriptiva: “grupos controlables”.

Hoy por hoy, bajo las características de la EaD, en la que se desarrolla este Diplomado, me ha tocado compartir con grupos pequeños y grandes, pero ninguno que podría llamar “controlable”. En la medida que el curso ha avanzado, las experiencias en el aprendizaje colaborativo han sido muy motivadoras debido a que cada participante aporta lo que le corresponde, conformando un todo que cumple el objetivo buscado.

No obstante, cuando el aprendizaje colaborativo no se ha limitado a grupos específicos, sino que deja abierta la posibilidad de participación al universo completo de integrantes, puedo decir que “la cosa es otra”. Bajo estas condiciones se hacen muy importantes los mecanismos de evaluación que se apliquen para alcanzar el verdadero objetivo del aprendizaje colaborativo, aun cuando estos puedan ser vistos de manera equivocada por parte del estudiante. Por ejemplo, la obligatoriedad de participación en actividades puntuales como son los foros requiere de una estricta vigilancia por parte del tutor. En estos casos, repetidamente afloran personas que acostumbran a hacer comentarios que no aportan nada en absoluto. En mi vivencia personal, recuerdo un comentario de un participante de un foro, quien mantiene una exagerada frecuencia de participación pero en término absolutamente improductivo, ineficaz. Evoco el comentario que hizo esta persona sobre un artículo que escribí: “¡oh, Te basaste en fuentes externas, qué bien!”. Me pregunto, ¿cuál fue su aporte? Simplemente, hacer perder el tiempo al lector. Definitivamente, esto no forma parte del aprendizaje colaborativo.

Para controlar situaciones como la descrita la evaluación en el aprendizaje colaborativo debe estar dirigida a la calidad y no a la cantidad de participaciones. Sin embargo, si es requerida alguna ponderación sobre el número de comentarios realizados, se debe exigir que estos, ante todo, contribuyan, den, entreguen nuevos conocimientos o, simplemente, completen los ya existentes.

Por otra parte, en mi experiencia dentro del aprendizaje colaborativo también he tenido vivencias halagadoras, tal es el caso de un grupo de nueve personas que desarrollamos una actividad a través de “Skype”. El video de la plataforma jamás funcionó correctamente pero logramos alcanzar el objetivo a través de la mensajería de texto de la aplicación. Otra situación que no puedo dejar de mencionar fue la realización de una Wiki. Algo menos de quince personas, que de una manera u otra complementamos el trabajo, no de uno de nuestros compañeros sino del equipo. Fuimos ganadores de la mejor Wiki. Fue una experiencia única.

Ahora bien, ¿podemos catalogar esta última actividad descrita como un aprendizaje colaborativo? Veamos, las pautas del aprendizaje colaborativo dicen:
  • Todos somos líderes. Se evidenció que nadie tomó el liderazgo del proceso. Muy por el contrario, cuando alguien, por determinada circunstancia no podía continuar, otro lo hacía.
  • Reestructurar activamente el contenido mediante la acción grupal. Definitivamente, se realizó. En la medida que íbamos avanzando los contenidos básicamente se ampliaban, se generaban motivaciones para incorporar planteamientos más completos y profundos.
  • Responsabilidad del aprendizaje individual y del grupo. Entre los participantes de la tarea impuesta, no cabe duda que el aporte personal contribuyó al mejoramiento del conocimiento de grupo. Los cambios que en algún momento se propusieron por alguien significó el aprendizaje del resto del grupo.
  • Desarrollo del conocimiento, habilidades, actitudes y valores en equipo. Sin recelo puedo decir que así fue. De pronto, gracias a las explicaciones de los compañeros, algunos del grupo que jamás habíamos visto un código de computación estábamos desarrollando HTML.
  • Aprender en comunidad. En todo momento fuimos un equipo cohesionado que buscó ganar la competencia como la mejor Wiki, cosa que al final obtuvimos.
  • Construir socialmente el conocimiento. La participación de todos, sin mezquindad de conocimiento de cualquier tipo, nos llevó al logró de verdadero objetivo, aprendimos a hacer una excelente Wiki.
Definitivamente, fue un aprendizaje colaborativo.

4 comentarios:

  1. Excelente reflexión sobre nuestras experiencias. Debo añadir que en los casos que mencionas se dio el Aprendizaje Colaborativo porque todo el grupo respondió, tal como indicas, de manera cohesionada. Lamentablemente no siempre es así, conocí casos, en los grupos de estudios de mis hijos, en los cuales no había el compromiso por parte de todos los integrantes del grupo, limitándose únicamente a cumplir con la cuota de trabajo que les correspondía sin tomarse la molestia de revisar si su aporte era correcto o no, es decir, dejando que fuesen uno o dos de los integrantes quienes se encargaran de hacer las revisiones y correcciones necesarias... eso no puede llamarse un trabajo en equipo, ni un aprendizaje colaborativo, pues si había la identificación de líderes, sin los cuales no se hubiesen logrado los resultados que obtuvieron. Moraleja: Todos y cada uno de los integrantes deben cumplir con todas y cada una de las condiciones para lograr un aprendizaje colaborativo exitoso

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  2. Hablas de lo que hoy se conoce como “holgazanería social”, que no es más “reducción del esfuerzo individual de los sujetos cuando trabajan en grupo en comparación con el esfuerzo que realizan en solitario”.

    La holgazanería social. El Poder de la Mente. Mario.
    [Documento en línea]… Disponible:
    http://psiqueviva.com/la-holgazaneria-social/
    [Consulta: 2013, Julio 14]

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  3. Excelente documento, gracias profesor Henry, es muy importante el desarrollo del conocimiento y aprendizaje colaborativo, en donde todos somos lideres en completo acuerdo, creo debemos ir a una educación, y así romper el paradigma tradicional y podamos encontrar nuevas formas de conocimiento en forma grupal y en linea

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  4. De mis experiencias, a lo largo de toda mi formación, puedo decir que a pesar de que estoy acostumbrada a realizar trabajos en grupo, muy pocas veces he visto cumplirse las pautas que indican se trata de un trabajo colaborativo, ya que siempre se evidencia el trabajo individual y la presencia de lideres, y lo que menciona Henry la "holgazanería social". Tanto como estudiante y ahora como docente, lo observo a diario cuando asigno una actividad grupal a mis alumnos... Es mucho más fácil indicar o seleccionar un líder en el grupo y asignarle toda la responsabilidad como si de una actividad individual se tratara, sin tomar conciencia de que todos son participantes activos que cumplen con un rol y que deben llegar a un fin común.

    Con respecto a mis experiencias en la EaD, comparto la opinión de mi compañero Henry, de una u otra manera las participaciones grupales han sido enriquecedoras, pues cada una ha ido complementando la parte cognitiva, ha estimulado la investigación y la interrelación con los compañeros de equipo creando ese lazo que permite trabajar todos como uno solo, en especial en la última actividad que menciona y en la que definitivamente se evidenció ese trabajo colaborativo que se buscaba, del cual me llevé muchas satisfacciones. Era aquel motor en el que todas sus piezas encajaban y realizaban su trabajo de tal manera que se complementaban entre sí.

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